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RITUALES ZEN

Por Nueva Estética

Los rituales zen buscan reconquistar la belleza y seducir el alma, porque no olvidemos que nuestro cuerpo es nuestro templo, de manera que cualquier cuidado SPA debe ir más allá de buscar objetivos visibles y tangibles. Lo que se pretende es traspasar la barrera de lo físico y alcanzar lo esencial, lo intangible... lo divino, porque de lo que se trata es de elevar esta sesión a lo más sublime, convirtiéndola en una experiencia sensorial única e irrepetible que conduzca al cliente al abandono más absoluto. Esta vivencia espiritual y casi mágica, donde el sosiego y el descanso son los protagonistas, solo se consigue cuando la profesional y el cliente logran una conexión total. 

En nuestro Especial de octubre te descubrimos una exquisita selección de rituales de lo más selectos para que puedas inspirarte y los hagas tuyos. Muchos de ellos se sirven de herramientas de masaje como la Gha Sha, piedras volcánicas, turmalinas, diapasón, cuencos tibetanos... que se combinan sabiamente con cosméticos sensoriales cuyas texturas deliciosas se funden con la piel como si fueran una suave caricia. Y como no podía ser de otra manera, las manos diestras y expertas del terapeuta son las que se encargan de orquestar toda esta sinfonía de belleza para que la sesión se transforme en un tratamiento realmente solemne. He aquí el misterio.
 

 
Ritual corporal de serenidad
 
Entre los tratamientos más zen, destaca esta  terapia corporal remodelante que nos presenta  Isabel González Pérez, Directora del Centro Noisha Belleza y Bienestar, que incluye las propiedades de las turmalinas, piedras volcánicas o un masaje que se realiza al ritmo de la música. La elección de una técnica u otra dependerá de las necesidades de cada cliente. 
 
Masaje con turmalinas inspirado en la técnica japonesa shiatsu
El masaje comienza con una primera toma de contacto que induce a la relajación, para ello se realizan pequeñas presiones de acupresión en muñecas, abdomen y tobillos. Es importante trabajar estos puntos para liberar bloqueos y favorecer la correcta circulación de la energía por los meridianos. Después, extender el aceite base templado enriquecido con la esencia elegida por el cliente. Calentar las turmalinas y comenzar el masaje desde los tobillos hacia las rodillas con pequeños rodamientos circulares de forma ascendente. Siempre efectuando movimientos rítmicos, de manera que se abarque toda la pierna, consiguiendo un contraste de frio y calor que ayuda a calmar el estrés y activar el organismo. Tapar las piernas y trabajar la espalda, siguiendo la columna con movimientos circulares hasta la nuca y deslizar cada turmalina desde nuca hacia hombros, haciendo pequeñas presiones, hasta llegar al sacro, donde volvemos por la columna hasta la nuca, deslizando por hombros y brazos. Durante el rodamiento nos ayudamos con nuestro antebrazo para hacer una especie de barrido y presión por todo el recorrido que hace la turmalina. 
 
Masaje de piedras volcánicas
El objetivo de este masaje, inspirado en la filosofía de la Medicina Tradicional China, Ayurveda y Thai es trabajar sobre los canales de energía del cuerpo, siempre desde la planta de los pies hasta el centro de la cabeza. Iniciar el masaje con nuestro dedo pulgar, haciendo círculos con una presión media por la espalda y, después, con la palma y el resto de los dedos, deslizar de abajo hacia arriba. Con las piedras volcánicas hacer la misma maniobra en los laterales de la columna, primero en forma de círculos y luego con deslizamientos con la parte plana, hasta llegar al sacro. En el sacro, con el dedo pulgar y la ayuda del antebrazo y del codo, desbloquear los puntos de acupresión de los laterales de la columna y así hacer fluir la energía y conseguir eliminar tensiones. Combinar el masaje con las manos y las piedras en la espalda, realizando presiones circulares y barridos con el antebrazo. Llegar a la cabeza donde se realizan presiones y vibraciones desde la nuca hasta casi llegar a la frente, finalizando con deslizamientos neurosedantes. 
 
Masaje sensorial al ritmo de la música 
Comenzar el masaje en posición de decúbito prono, trabajando las plantas de los pies, deslizando el aceite templado elegido con las manos y brazos hasta los glúteos. Realizar estos deslizamientos donde se perciba una ligera tensión, efectuando una pequeña presión que ayude a liberar la musculatura y el estrés. Bajar otra vez hata los pies con la yema de los dedos y volver a subir mediante maniobras digitopalmares, realizando grandes círculos, hasta llegar al sacro. Trabajar de este modo ambas piernas. Tapar las piernas y presionar, haciendo movimientos de vaivén, hasta llegar a la cabeza, vertiendo el aceite caliente desde sacro hasta la nuca, y con la mano abierta, ayudándonos del antebrazo, hacer deslizamientos para extenderlo. Es muy importante mantener siempre el contacto con el cliente para que éste alcance un estado relajación total. Con los pulgares, desde sacro hasta centro de la cabeza, recorrer la columna haciendo movimientos de vaivén para relajar la zona, seguidos de amasamientos y movimientos oscilantes de mariposa, para descargar la energía y descontracturar. Eliminar las tensiones haciendo deslizamientos de nuca hasta las manos, como si sacáramos dichas tensiones por la palmas. Ahora trabajar la cabeza, primero “peinamos” con la yema de los dedos desde nuca hasta frente con el aceite, haciendo estiramientos del cabello leves para relajar la cabeza. Después, adentrando la mano en el cabello, hacer presiones con los dedos en toda la cabeza, y finalmente, volver a hacer deslizamientos y presiones, para aliviar posibles dolores. 
 
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