MASAJE K-AOMEI

Por Nueva Estética

El masaje k-aomei es una experiencia sensorial de belleza y relajación que busca reequilibrar la energía Qi de la persona que lo recibe. este ritual único, asociado al método de bienvenida Wu Xing, se convierte en un tratamiento único que fusiona con destreza dos técnicas de origen coreano y japonés. la clave está en personalizar la sesión, adaptando el protocolo al tipo de piel del cliente y sus emociones. Luis Pascasio. especialsita en terapias manuales.

Este masaje holístico se sustenta en una similitud muy sencilla. La persona que va a recibir el masaje debe compararse con un árbol. De manera que el rostro sería la copa, el cuello, el tronco y la parte superior del pecho, las raíces. Pues bien, lo que se busca es que este árbol tenga una copa con unas hojas verdes, brillantes y frondosas, por lo que necesitamos una libre circulación de la sabia por el tronco y una buena toma de nutrientes vía raíces. Basándonos en este símil, para conseguir este objetivo en nuestro cliente es preciso que a la hora de desarrollar el masaje el terapeuta lleve a cabo ciertas manipulaciones en el rostro, siguiendo los puntos de acupuntura, así como los movimientos de drenaje, para promover la eliminación de toxinas y liberar los bloqueos energéticos. Cuando se consigue una libre circulación de la energía y de los líquidos orgánicos, los resultados se reflejarán no solo en el estado de la piel, sino también en los músculos y el resto de estructuras. Este desbloqueo permitirá facilitar un libre fluir de la energía, para facilitar la auto-regeneración y una mejor nutrición de la piel.

En este sentido, trabajar el sistema linfático del cuello será fundamental, así como incidir sobre los ganglios linfáticos por encima de la clavícula, cuyo objetivo será promover la eliminación de toxinas, siempre trabajando la zona con mucha delicadeza. Asimismo, en el cuello se localizan lo que se conoce como “Puntos Ventanas al Cielo”, son puntos con de gran potencial energético que deben desbloquearse. Por ellos circula gran cantidad de energía y líquidos orgánicos, y no hay que olvidar que el cuello es un área corporal relativamente estrecha, por lo que es fundamental centrarse especialmente en la liberación de esta zona. Todo se centra en asegurar el correcto fluir del Qi.

Lee el artículo completo en la edición de Octubre de NUEVA ESTÉTICA.

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